Me quedaban algunos sitios por ver en Montreal, así que mi
amiga Jinhui y yo decidimos aprovechar un día de sol (que no tiene nada que ver
con un día caluroso) para acercarnos a verlos.
Nuestra primera parada fue en la Île-Sainte-Hélène, que se
encuentra en el río San Lorenzo. Se trata de una isla pequeñita y llena de
naturaleza (a la que llegas en metro, ¡me encanta!). En esta isla tuvo lugar la
expo del 67 y una de sus estructuras más destacables es la Biosfera, que en su momento fue el pabellón de Estados
Unidos y ahora acoge un museo dedicado al medio ambiente.
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Biosphere |
La estructura es realmente curiosa y el interior probablemente
muy didáctico. O no. Esperemos que sí, porque parece el típico museo de salida
cultural del cole… Eso sí, cuando lo vi me acordé de Silvia, que es de las
pocas personas que conozco que sé que lo disfrutaría mucho.
Otro de los encantos de la isla son sus jardines, en verano
debe ser ideal para hacer un picnic. En esta época mejor no… Casualmente, el
día que escogimos para ir había una especie de maratón entre colegios, así que
nos encontramos con cientos de niños gritando y corriendo por todas partes (¡el museo estaría vacío!). Y cuando
digo cientos me refiero a que lo mismo eran más de mil, pero no sé contar a ojo
y prefiero cortarme un poco...
De todas formas, la parte que más me gustó de la isla fueron sus vistas.
Se puede ver la ciudad desde el otro lado y yo soy muy fan de esas cosas:
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Montreal desde la Île-Sainte-Hélène |
Segunda parada: Olympic Park y Jardín Botánico. El parque
olímpico se diseñó para los juegos de 1976 y sorprende por lo modernos que son
los edificios. Sólo me paseé por el exterior y me recordó mucho a Montjuïc
(sí, ¡así de original soy!). En el recinto también se encuentra el Biodôme, una
especie de zoo muy especial (cómo que no le llaman zoo, vamos), un museo vivo: recrea diferentes ecosistemas. Yo no lo he visitado todavía porque
los zoos no me atraen… pero cómo resulta que no es un zoo y me lo han
recomendado muchísimo, quizás lo visite y salimos de dudas (sobre si es un zoo o no).
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Olympic Park |
Sobre el Jardín Botánico, qué decir… yo tenía muchas ganas
de visitarlo porque por esas fechas había una exposición de faroles chinos. Y
bien, un jardín botánico es un jardín botánico: es bonito, interesante y
probablemente algo diferente a los que conocemos.
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Jardín Botánico |
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Jardín Botánico |
Pero la verdad es que esta
época del año no es la ideal para visitarlo, hacía muchísimo frío… y aunque los
faroles prometían bastante, eran las tres de la tarde y el sol (sí, ese que no
calienta) iba desapareciendo. Además, el show de los faroles empezaba a las 6 así que… nos
fuimos a Tim Hortons.
He de decir que la entrada me pareció excesiva (17 dólares).
En verano debe ser un sitio muy agradable dónde pasear y pasar el día, pero no lo es en
esta época. Así que un precio de temporada baja no estaría nada mal.
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Faroles chinos de día |